El caso Ferragamo y cómo un creador de contenido puede convertirse en tu mejor campaña.
El lujo siempre ha jugado a ser intocable. Páginas impecables en revistas, modelos que no sonríen, precios sin justificación visible. Pero algo está cambiando. Y Ferragamo lo sabe.
En su última call de resultados, la marca italiana identificó que su crecimiento debía venir, entre otras cosas, de una categoría clásica: los bolsos. Su icónico “Hug Bag” tenía que brillar. Pero en lugar de lanzar otra campaña más con los mismos rostros de siempre, hicieron algo mucho más interesante: pusieron el bolso bajo la lupa de un creador de contenido especializado.
¿El elegido? Tanner Leatherstein, un perfil con 1.2M de seguidores que se ha ganado su autoridad desollando –literalmente– bolsos de lujo para evaluar la calidad de sus materiales y procesos. Un tipo que no te vende sueños, sino facts.
¿Es branded content? Por supuesto. ¿Es arriesgado? También. Pero justo ahí está su poder.
En un momento en el que muchas marcas se enfrentan a un consumidor más escéptico, mostrar en vez de decir es una jugada ganadora. Y si lo haces desde la voz de alguien que no depende de ti para pagar el alquiler, mejor todavía.
Lo que hace Ferragamo no es solo ceder su producto, sino ceder control. Y eso, en el terreno del lujo, es casi revolucionario. En lugar de decir “mírame”, la marca dice: “mírame de cerca, si te atreves”.
Tanner no es embajador, es auditor. Y eso cambia las reglas del branded content. Porque cuando el branded content funciona, no parece contenido de marca, parece contenido valioso. El vídeo de Tanner analiza el Hug Bag con la frialdad del experto y la curiosidad del consumidor. Y el resultado es doble: los fans se sienten validados, los curiosos se sienten tentados.
Ferragamo no compra elogios, compra credibilidad. Y eso, en esta era de saturación, vale más que un anuncio a doble página.
Este caso es un recordatorio de algo que desde Madrid Content School no nos cansamos de repetir:
➡️ Conectar con la audiencia exige bajarse del pedestal.
➡️ El buen branded content no se grita, se ofrece como una conversación genuina.
➡️ Los creadores de contenido (bien elegidos) son más que altavoces: pueden ser interlocutores, incluso críticos, si la marca está dispuesta a escuchar.
Ferragamo no solo puso un bolso sobre la mesa. Puso su visión, su producto y su narrativa en manos de alguien ajeno. Y ganó en algo que el lujo llevaba tiempo perdiendo: relevancia real.