En los últimos cinco años hemos tenido la suerte de vivir, desde una posición privilegiada, la transformación radical de nuestra profesión.
Esa suerte ha sido estar cerca de los profesores y alumnos que han pasado por las 10 ediciones del Máster en branded content. Con ellos hemos podido ver, entender y sentir cómo el sector iba cambiando de piel.
Diez ediciones dan para aprender por qué la publicidad ya no funciona como antes. En muchas categorías ha dejado de ser la vía principal de comunicación, sobre todo para las generaciones más jóvenes. Como dice Marc Pritchard, de Procter & Gamble: “Más del 70% de la Gen Z y Millennials consumen contenidos sin ningún tipo de anuncios”.
Ante ese panorama, las marcas tienen que hacer como la montaña de Mahoma: si no pueden ir a buscar a la audiencia, deben conseguir que sea la audiencia quien venga a ellas. Con el branded content construyes tu comunidad. Con la publicidad, en cambio, solo la alquilas.
Por eso la inversión en publicidad baja, mientras el branded content crece un 21% anual y ya supera los 600 millones de euros. No es casualidad: el 80% de la gente pone el entretenimiento por delante de otras prioridades.
Diez ediciones también dan para entender que, si comprendes este cambio de paradigma, tu papel como profesional es más importante que nunca. Las marcas son publishers, aunque muchas aún no lo sepan. Y en un mundo donde cada vez creemos menos en la política, la ciencia y la religión, las marcas son una nueva forma de fe, como dice nuestro querido Javi Gómez.
Las marcas crean cultura. Y son cultura. Pueden sumarse a conversaciones que ya existen, sí.
Pero también pueden crearlas. Y cuando lo hacen, elevan la conversación. Y, con ella, elevan la ambición, el presupuesto, el alcance y el impacto.
Diez ediciones dan para que muchos alumnos nos hayan dicho que el máster les ha cambiado la vida. Algunos han recuperado la ilusión. Otros han dado un salto profesional. Y la mayoría, simplemente, ha entendido lo que este nuevo contexto les está pidiendo.
Nuestra misión ha sido formar a profesionales y, sin darnos cuenta, nos hemos ido formando a nosotros. Y algo que nos han enseñado todas estas ediciones es que la concepción clásica de nuestro oficio ya no sirve. El cambio en los modelos de marketing es enorme. Y quedarse quieto no es una opción.
Toca moverse. Toca entender cómo podemos seguir aportando valor. Toca escribir la próxima edición.
Fdo.: Madrid Content School